El nacimiento de los vinos es historia reciente, pero es la culminación de un largo viaje que comenzó en 1984, cuando mi madre y mi tío compraron el primer terreno en el municipio de Cirò, en el distrito de Sant'Anastasia, con una extensión de unas 6 hectáreas, 2 de las cuales son viñedos. Es el viñedo que más aprecio porque me recuerda mi infancia, los años despreocupados, la juventud de mi madre y el entusiasmo de mi tío. Aquí es donde empezó todo. No vengo de una familia de viticultores desde hace generaciones, mi madre era profesora, mi tío secretario del Liceo Científico de Cirò mientras mi abuelo se dedicaba a otras cosas. Fueron ellos quienes me transmitieron el amor por la tierra y una afición que con el tiempo se convirtió en un verdadero trabajo y en mucha pasión. Además de las seis primeras hectáreas de Sant'Anastasia, con el tiempo la empresa se ha ido extendiendo a los distritos de Fedduraro, Frandina y, por último, Piana di Franze. En la actualidad, Vigneti Vumbaca tiene su sede en Cirò y ocupa una superficie de unas 13 hectáreas, de las cuales unas 6 están plantadas con vides mediante sistemas de cordón espolonado y brinzales, en suelos parcialmente ondulados, de textura media, arcillosos-arenosos y arcilloso-calcáreos. La empresa cuida sus viñedos siguiendo las tradiciones de cultivo y restaurando las viñas viejas cultivadas mediante el sistema alberello (de ahí el logotipo de la empresa), centrándose en cepas autóctonas como la Gaglioppo y la Greco Bianco, con la vista puesta también en la Pecorello.
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