En los últimos años, el estado de Washington ha ocupado el segundo lugar en producción de vino fino en Estados Unidos, sólo por detrás de California. La tradición vinícola del estado se remonta a la década de 1860, cuando inmigrantes italianos y alemanes fueron los primeros en dedicarse a la viticultura. El estado, dividido en dos por la cordillera Cascade, tiene una rica vegetación en la parte costera, formada principalmente por bosques de coníferas, mientras que en la parte occidental presenta una vegetación árida, a veces desértica. La producción vinícola del estado se concentra en la parte noroccidental, favorecida por el clima templado y húmedo y las largas horas de sol, en la que se encuentran dispersas las principales regiones productoras de vino, entre ellas: - Valle de Yakima es sin duda la región más antigua y también la mayor productora de vino. Las vides típicas de la zona son la Chardonnay, en primer lugar, la Syrah y por último la Riesling, gracias a las cuales se produce una gran variedad de vinos. Chardonnay y Syrah son cepas que se adaptan fácilmente a cualquier forma de clima y tienen una buena resistencia a las adversidades climáticas, mientras que la Riesling se caracteriza por una extraordinaria resistencia al envejecimiento, que entre otras cosas saca a relucir todo su potencial - Red Mountain es una pequeña zona, dentro del valle de Columbia, con 1.635 hectáreas de terreno, de las cuales más de 500 están plantadas de vid. Las principales variedades de uva son tintas y se da un papel predominante a la Cabernet Sauvignon, seguida de la Cabernet Franc y la Merlot. El Cabernet Sauvignon suele madurar tarde y puede tener dificultades para llegar al final del proceso, por lo que se suele utilizar una mezcla bordelesa: Walla Walla Valley. Aunque su producción es sólo el 5% de la de todo el estado, cuenta con más de 120 bodegas y aquí se elaboran los mejores vinos. Más de 2.800 hectáreas de terreno están plantadas con cepas de Chardonnay y Syrah, apreciadas en todo el mundo.