Charles Heidsieck

Charles Heidsieck es un hombre de su tiempo: un visionario y un innovador. En 1851 fundó la Maison de Champagne que aún hoy lleva su nombre y conserva ese espíritu de comunicatividad, valor y búsqueda de la excelencia que caracteriza su fundador.

Tras 160 años de su fundación la Maison de Champagne Charles Heidsieck sigue siendo una empresa familiar donde cada heredero se ha comprometido a evocar el espíritu audaz de su fundación, optando por decisiones auténticas y personales que imponen el respeto y que resisten a las tendencias efímeras.

Las ambiciones de Charles encajan en un mundo lleno de entusiasmo. El siglo XIX es la época de los grandes descubrimientos, de los espectáculos y de los interrogantes básicos, es decir, la época de un mundo que refleja sobre sí mismo para progresar y lo hace con audacia. Seguro de la calidad de su champán, Charles decide exponerse al mundo. Políglota, sociable y con la seguridad de quien es guiado por una visión clara, en pocos años se convierte en uno de los embajadores más influyentes de la finca. Desde Estados Unidos donde conquista el Nuevo Mundo, volviéndose el legendario “Champagne Charlie”, hasta llegar a Rusia pasando por las cortes europeas.

Los champanes Charles Heidsieck gozan de una firma inconfundible. Su estilo, reconocible entre todos, se caracteriza por una proporción elevada de vinos reserva que enriquece las cuvée sans année, regalando un equilibrio raro y constante. Los vinos reserva constituyen la riqueza y la unicidad de los champanes Charles Heidsieck y son también vinos en evolución constante que la maestría del jefe de bodega ensambla en una composición armoniosa, si bien conservan las peculiaridades que nos esperamos de cada vino. Las uvas seleccionadas constituyen, junto con los crus originarios, la complejidad del producto final. Vinificados cru por cru, cepa por cepa, permiten una selección precisa de cada vino en la que uno lleva su toque de profundidad y el otro su parte de suavidad.