Como una de las cooperativas vitivinícolas más antiguas de la región, podemos mirar atrás a una larga tradición. El aprecio por nuestro terruño único, la artesanía y la valiosa experiencia en el viñedo se han transmitido de generación en generación. 190 familias forman un sólido equipo, que siempre permanece unido: familiar y con los pies en la tierra. Los grandes vinos nacen en el viñedo. Por eso los protagonistas aquí son nuestros miembros que trabajan en los viñedos. En los viñedos siempre ha existido un vínculo entre el viticultor y la vid. Este inestimable conocimiento, combinado con la pequeña estructura de nuestra bodega, ofrece las mejores condiciones para producir vinos de terruño únicos y característicos. Gracias a las 190 pequeñas empresas familiares que gestionan 190 hectáreas de viñedos, se pueden seleccionar de forma óptima las mejores uvas. Junto con nuestros 190 socios, apostamos por un método de producción natural en un amplio programa de sostenibilidad. El objetivo: sostenibilidad en todos los ámbitos, desde el trabajo en el viñedo hasta el producto final. A lo largo del año, estamos en contacto permanente con nuestros miembros, ofreciéndoles asesoramiento y apoyo. La sostenibilidad también es una prioridad en nuestra bodega: la formación continua y la optimización garantizan una producción sostenible.
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