Cuando empezamos, en 1979, con 10.000 botellas de nuestro vino espumoso", dice Josef Reiterer, "Tirol del Sur, pero yo diría que todo el mundo del vino, era profundamente diferente. No había ninguna bodega en Tirol del Sur que sólo produjera vino espumoso, y tanto mi mujer Marianne como yo", bromea Reiterer con el típico humor de Tirol del Sur, "buscábamos la independencia. En realidad, yo me inclinaba más por montar una destilería, pero ya se sabe, las mujeres prefieren las perlas: ¡y Perlage fue!" Sepp, como le llaman sus amigos, que creció en una granja de Meltina, se había interesado por la viticultura tan pronto que fue uno de los primeros estudiantes en graduarse en el instituto experimental de agricultura de Laimburg. El siguiente paso para el joven estudiante que había descubierto su pasión por la enología, fue matricularse en el instituto de Ahrweiler y gracias a esta formación complementaria, pudo entrar y terminar con éxito la escuela de enología de Bad Kreuznach. Después de hacerse un nombre en Italia como asesor y representante de la conocida empresa Seitz para productos de tecnología vinícola, la llamada de casa se hizo cada vez más fuerte: "Los 1.200 metros de altitud de Meltina eran ideales para la crianza de vinos espumosos". Reiterer estaba convencido. "Además, las fluctuaciones naturales de temperatura a esta altitud podrían permitir a nuestros vinos madurar de forma natural y tranquila. Se necesitan al menos 24 meses para dar a los espumosos de Arunda esa riqueza, elegancia y complejidad por las que son famosos. Algunas Cuvées reposan en la bodega hasta 60 meses antes de que las botellas sean, siguiendo la tradición, degolladas y puestas a la venta.