Pequeña región situada entre Italia y Francia, Valle D'Aosta sólo tiene una DOC Valle D'Aosta o Valleè d'Aoste; en virtud del bilingüismo vigente, las etiquetas también pueden escribirse en francés. La viticultura está muy limitada por la elevada altitud de los viñedos -sólo 684 hectáreas, para una producción en 2009 de 22.000 hl de vino (último puesto de Italia)-, lo que permite definir sus productos como vinos de montaña. Y nunca ha sido más apropiada esta definición, sobre todo para los obtenidos a partir de cepas cultivadas hasta 1200 m, en el Alto Valle, en los límites de la supervivencia de la vid, con sistemas de conducción en terrazas o pérgolas sostenidas por columnas de piedra. Entre ellos, el Blanc de Morgex et de La Salle, obtenido a partir de priè blanc, se caracteriza por un color pajizo muy pálido, aromas delicados que recuerdan a las flores de montaña, una acidez pronunciada y un grado alcohólico más bien bajo; esta cepa es la única italiana que ha sobrevivido a la filoxera, gracias a su aislamiento natural.
El viñedo de Valdostán sigue el curso del Dora Baltea, río que atraviesa la región, y puede dividirse en tres zonas: el Valle Superior, el Valle Central y el Valle Inferior. Además de la priè blanc, en las dos primeras se cultivan otras cepas autóctonas que dan una impronta única a los vinos producidos, como la premetta, de la que se elabora un vino blanco con tenues reflejos rosados, la fumin y la petit rouge. La bella aromaticidad del moscatel blanco de malvoisie o del pinot gris, a menudo sometido a desecación, se expresa en los vinos de pasas de Chambave Moscato y Nus Malvoisie Flètri, respectivamente. La producción del Valle de Aosta tiene un claro predominio de vinos tintos, y las variedades de uva tinta ocupan alrededor del 85% de la superficie vitícola. Especialmente en el Valle Inferior, hacia el Piamonte, destaca la Nebbiolo (aquí llamada Picoutener), que da vinos de excelente estructura y buena longevidad, como Donnas y Arnad-Montjovet.