Desde 1847, la familia Michel transmite de generación en generación el saber hacer y la tradición vinícola en el corazón de Champagne. Los primeros viñedos fueron adquiridos a finales del siglo XIX por Paul Michel, quien, sin embargo, se dedicó únicamente al cultivo de la vid, mientras que fue en los años 20 cuando Raymond Michel, hijo de Paul, comenzó a elaborar y comercializar el primer Champagne de la Maison. Fue el hijo de Raymond, Guy Michel, quien lanzó las primeras ediciones de sus Champagnes. Pionero e innovador, Guy fue uno de los primeros vignerons en elaborar Champagne con larga crianza sobre lías, y logró construir una excepcional bodega de añadas antiguas. Esta tradición y pasión por la vinificación también se transmitió a Benoit, hijo de Raymond, que desde 2004 se encarga de la creación de todos los Champagnes de la Maison. Gracias a su experiencia, Benoit decidió adquirir una nueva bodega en las colinas del sur de Epernay, en Monthelon. En las magníficas bodegas con bóvedas de piedra de Monthelon y Grauves, Benoit elabora Champagnes con larga crianza sobre lías y, desde 2004, sólo produce añadas de las mejores cosechas, así como Champagnes parcellares con uvas procedentes exclusivamente de Les Chardeloups, una de las primeras parcelas adquiridas por su antepasado Paul.
En 2020, el último heredero de la familia, Loris Michel, también se unió a la Maison y, junto con su padre Benoit, decidió lanzar la marca Champagne BENOIT MICHEL. Una de sus ambiciones es mejorar aún más la calidad y el envejecimiento de sus Champagnes explorando nuevas vías: en barricas (cuvées perpétuelles, parcellars), con corcho o cápsula (método tradicional).