Este vino complementa naturalmente los Grand Cru Classé de Bernard Magrez: Château Pape Clément, Château La Tour Carnet, Château Fombrauge y Clos Haut Peyraguey. Situada en un terruño excepcional y descuidada durante demasiados años, esta finca fue renovada por Bernard Magrez. Era un proyecto en el que llevaba pensando 10 años. Durante este tiempo, había buscado esa joya especial, ese terruño excepcional donde podría nacer un gran vino, y finalmente lo encontró aquí, en la famosa colina de Saint Christoly-du-Médoc, con vistas al punto donde el río se encuentra con el océano. Invirtió todo su savoir-faire y pasión en el nuevo proyecto, al igual que había hecho en sus 4 fincas Grand Cru Classé. Hoy en día, esta finca ha alcanzado el reconocimiento internacional tanto por sus cualidades especiales como por su relación calidad-precio, lo que la convierte en uno de los vinos más atractivos producidos en Burdeos.