Desde hace cinco generaciones cultivamos con dedicación exclusivamente vides de las tres variedades autóctonas locales Dolcetto, Barbera y principalmente Nebbiolo para la producción de vinos DOC y DOCG que realzan la tipicidad, la tradición y la historia de nuestras colinas. Colinas famosas en todo el mundo por su singularidad y reconocidas oficialmente como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 100 años de historia. 100 años desde la fundación de nuestra empresa. Es mucho lo que se ha conseguido gracias a cinco generaciones. Partiendo de una realidad extremadamente pobre, la del Piamonte de principios del siglo XX, en 1920 el caballero Lorenzo Scavino comenzó a elaborar vino a partir de algunas de las uvas cultivadas en los viñedos de la familia, una pequeña granja situada en el centro de la zona de producción de Barolo. Su hijo Alfonso comenzó con entusiasmo a embotellar el vino producido y gracias al padre de Luigi, Lorenzo, con perseverancia y voluntad, los vinos se exportaron por primera vez. El trabajo duro, la gran experiencia y la fortaleza pueden realmente crear algo extraordinario. Hoy cultivamos unas 16 hectáreas con una producción media de 85.000 botellas al año. Luigi, con una experiencia de más de 40 cosechas, cuenta con el apoyo de su esposa Lorella y de su hijo Lorenzo, que representa ya la quinta generación de viticultores. La gestión familiar es esencial, ya que nos permite ser extremadamente precisos en cada fase de la producción. Se trabaja con gran esmero en los viñedos. El vino se elabora en el viñedo, a partir de cepas viejas que producen muy pocas uvas. Además, reducimos los bajos rendimientos mediante la vendimia en verde, indispensable para la selección del fruto, una maduración uniforme y una calidad impecable. Para nosotros es fundamental una atención escrupulosa en la bodega, con respeto por la tradición y un control extremo de los detalles.