La historia de la empresa se remonta a mediados de los años 40, cuando Giacomo Rocca, padre de Albino, inició la actividad vitivinícola, primero vendiendo las uvas de los viñedos familiares y luego vinificándolas por su cuenta, para más tarde comercializar las garrafas en la ciudad y en el campo. Fue en los años 60 cuando, gracias a la herencia de parte de esos viñedos, Albino Rocca pudo fundar lo que hoy es la empresa.
Una empresa en la que su presencia y contribución, junto con el apoyo al trabajo posterior de su hijo Angelo Rocca, han supuesto una aportación fundamental a una tradición familiar y productiva apreciada internacionalmente desde hace años. Gracias a la progresiva adquisición de los viñedos, a la vinificación de Nebbiolo, Dolcetto y Barbera, a la cada vez mayor atención a la producción de Barbaresco y a la decidida y constante búsqueda de la calidad, primero con el aclareo y cuidado entre las hileras y después con la renovación y ampliación de la bodega, juntos hemos construido nuestra historia.