Estamos en 1890, en la Via Emilia, la vía comercial más importante del país. Remigio Medici es propietario de 3 tabernas de éxito y decide fundar una bodega para potenciar los viñedos familiares, situados entre la vía Emilia y las primeras colinas del valle del Enza. Su hijo Ermete amplía la empresa y consolida su fama. Más tarde, sus hijos Valter y Giorgio comenzaron a exportar, difundiendo aún más la marca. Comienza oficialmente la larga historia de Medici Ermete... En los años setenta, en Estados Unidos, asistimos al "boom del Lambrusco" y es importante destacar que fue, junto con el Chianti, uno de los primeros vinos italianos que se exportaron. En 1988, las ventas de todo el sector emiliano se desplomaron como consecuencia de una propuesta de producción cada vez más cuantitativa que cualitativa. De hecho, nació el Lambrusco dulce, un producto industrial vendido a precios muy bajos, que en pocos años destruyó el buen nombre del Lambrusco. Fue en ese año cuando se incorporó a la empresa la cuarta generación de la familia Medici, formada por Alberto y Pierluigi Medici. Poco después, se les unió Alessandra, hoy responsable del área de hostelería. Son años fundamentales en la historia de Medici Ermete: ¡la familia decide dar un vuelco al método de producción del Lambrusco! Se replantan los viñedos y se reduce el rendimiento del viñedo en un 35% con respecto al pliego de condiciones (utilizando un sistema de poda denominado cordone speronato). Esta filosofía pionera condujo a la creación de "Concerto" en 1993, una CRU de Lambrusco Salamino. En la actualidad, la empresa posee unas 80 hectáreas de parcelas (cultivadas íntegramente de forma ecológica), repartidas entre las zonas de mayor vocación vitícola de la región de Emilia-Romaña, y exporta a 70 países de todo el mundo. Ya en su quinta generación, representada por Alessandro, los Medici cuentan con una sólida experiencia en el viñedo y la bodega.