Los padres de Bénédicte Leroy eran criadores de ovejas y se instalaron en Essoyes en 1975 para abrir una pequeña explotación en un claro por encima del pueblo. En 1980, se enteraron de que podían plantar viñas en los terrenos que habían dedicado al pastoreo de ovejas. Poco a poco, crearon un domaine que ahora tiene cuatro hectáreas, sin incluir el jardín y los pequeños pastos que mantenían para sus animales. En 2009, cuando su padre estaba a punto de jubilarse, Bénédicte dejó su trabajo como profesora de educación física para hacerse cargo del domaine.