La bodega Trerè se fundó a principios de los años sesenta. El fundador, mi padre Valeriano Trerè, aunque siempre había trabajado en el sector agrícola por tradición familiar, tuvo la oportunidad y la voluntad de iniciar su propio negocio con la adquisición de las primeras 14 hectáreas de Podere Saccona, en las primeras colinas de Faenza, una antigua ciudad de unos 60.000 habitantes, rica en tradiciones nobles y tesoros de arte cerámico únicos en el mundo. La actividad artesanal de los Maestri del Fuoco (Maestros del Fuego) casa bien con la floreciente agricultura de nuestra Romaña, que encuentra en el cultivo de la vid un equilibrio perfecto entre la experiencia ancestral y la alta tecnología. Mi padre empezó a producir los tres primeros vinos DOC de nuestra zona Albana, Trebbiano y Sangiovese. En 1976, tras mis estudios literarios, casarme y tener un hijo, casi por casualidad decidí interesarme por la empresa de mi padre. De repente nació en mí una gran pasión por la viticultura. Mi padre, que no esperaba que su única hija amara tanto la tierra, estaba tan contento que decidió ponerme al frente de la bodega.