Riecine fue originalmente propiedad de un monasterio vecino hasta el siglo XX, de hecho los archivos eclesiásticos documentan la existencia de una finca conocida como Riecine ya en 1112 d.C.. La finca se encuentra cerca de las excavaciones de un antiguo asentamiento etrusco. Es posible que ya se produjera vino en las colinas de los alrededores de Riecine antes del siglo XII. Riecine se encuentra en el corazón de la Toscana, a 60 kilómetros al sureste de Florencia y 35 kilómetros al noreste de Siena, en el pueblo de Gaiole in Chianti. Los viñedos de Riecine se encuentran entre los mejores del Chianti. Durante décadas, la bodega Riecine ha mantenido su reputación como especialista en Sangiovese. El fundador de la Riecine contemporánea es John Dunkley, un caballero inglés que se convirtió en uno de los productores más admirados del Chianti Classico moderno a base de Sangiovese. Junto con su esposa, Palmina Abbagnano, John compró las 1,5 hectáreas de terreno originales en 1971 al vecino monasterio de Badia a Coltibuono. Juntos empezaron a renovar la antigua villa de piedra, recuperando las antiguas plantas y plantando nuevas vides. La primera añada de Chianti Classico, la 1973, salió a la venta en 1975. Un amigo íntimo de John y Palmina, Carlo Ferrini, desempeñó un papel importante en el nacimiento y crecimiento de los vinos de Riecine, prestando su asesoramiento enológico a Riecine hasta 1997. John Dunkley estaba considerado uno de los intérpretes más sagaces del Chianti. Siempre mantuvo la idea de que las variedades Cabernet, permitidas por la normativa de la D.O.C.G.. nunca tendrían cabida en los vinos de Riecine, hasta el punto de que una vez dijo: "Cuando el Barón Philippe de Rothschild plante Sangiovese, me convertiré al Cabernet Sauvignon". En 1991, John y Palmina contrataron como becario a un jovencísimo enólogo, Sean O'Callaghan, que empezó a formar parte del equipo de Riecine como enólogo interno, y más tarde se convirtió en uno de los intérpretes más recientes del estilo Riecine.
Aunque John y Palmina nos han dejado, sus espíritus siguen guiando nuestra filosofía y nuestro trabajo en Riecine hasta el día de hoy. Desde 2011, la propiedad de Riecine está ahora en manos de una familia dirigida por Lana Frank. La familia se toma en serio la preservación de la filosofía Riecine y proporciona todo lo necesario para que el equipo produzca los mejores vinos del terruño, y está totalmente centrada en los aspectos de calidad de todas las operaciones de viñedo y bodega. Estamos orgullosos de nuestras tradiciones y hacemos todo lo posible para mantenerlas. En los últimos años, los vinos de Riecine han progresado en calidad hasta alcanzar el más alto nivel y ahora son apreciados por los amantes del vino en todos los rincones del mundo.
Información sobre Riecine