Peter Solva

Nuestra bodega es una de las estructuras más antiguas de Kaltern. Somos una empresa familiar que se ha transmitido de padres a hijos durante siglos. Ya en 1731 está documentada la actividad vitivinícola ininterrumpida de nuestra empresa durante diez generaciones. Entre los numerosos clientes que ha tenido nuestra empresa, gracias a su constante producción de calidad, se encontraba el monasterio de San Pedro de Salzburgo. Numerosos premios a lo largo de la historia demuestran cómo nuestra empresa se ha esforzado continuamente por producir vinos de calidad. En 1908, por ejemplo, nuestra bodega ganó el premio de la Federación de Vinos del Tirol del Sur en el 12º mercado del vino "Deutsch - Tirols" (Tirol alemán) celebrado en Bolzano. Hasta 1960 nos dedicábamos principalmente al vino a granel, que se vendía en cubas de 50 litros en restaurantes de Tirol del Sur y Múnich. Sólo al cabo de varios años empezamos a embotellar en botellas de un litro y después, sobre todo, en botellas de 0,75 litros. La viticultura y la enología han evolucionado positivamente a lo largo de los años. Han cambiado muchas cosas. En 1963 se creó la Denominación de Origen, para poder controlar cada vez más la producción de uva y también la calidad del vino. Otro ejemplo de evolución es también un nuevo sistema de cultivo: la espaldera. En 1985 también experimentamos con este nuevo sistema de cultivo, especialmente para uvas con racimos pequeños. También intentamos cultivar nuevas variedades de vid junto a las uvas tradicionales, como Schiava, Lagrein y Gewürztraminer, así como Merlot, Sauvignon blanc, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon. También pudimos evolucionar cualitativamente en los sistemas de elaboración, para poder trabajar de forma constante y, sobre todo, aprovechar al máximo el carácter de las distintas uvas. En 1986, empezamos a trabajar con barricas (barricas tostadas de roble francés), además de nuestros recipientes de acero inoxidable y roble. En los últimos años de historia de la empresa, hemos trabajado sobre todo en la calidad y la denominación de nuestra gama. Nuestra historia familiar nos ha dado los antiguos nombres de nuestros antepasados: AMISTAR (la expresión de la familia, vendimia tardía) y DESILVA (la expresión de la tierra, viñas viejas). Con estos dos apellidos, no sólo damos nombre a nuestras dos líneas del surtido de vinos, sino que también nos identificamos personalmente como una antigua familia. Con esta tradición familiar de apreciar la cultura, era naturalmente una obligación para nosotros hacer hincapié en los tipos de uva antiguos, pero también ser innovadores. Sobre todo, el estrecho contacto con nuestros clientes nos ayudó a decidir cuál era y es la calidad del vino que debemos producir. Conscientes de las tradiciones, de la historia de la empresa y también de las necesidades de nuestros clientes, para nosotros es un reto cuidar al máximo la producción y la vinificación de nuestras uvas, con el objetivo de producir vinos típicos de la zona y también nuevos tipos, como las mezclas, con los más altos requisitos de calidad, para satisfacer las necesidades de los conocedores del vino y realzar así siempre la cultura vinícola del Tirol del Sur.