Cesare nació en el seno de una familia de agricultores. Su abuelo materno suministraba cada mañana leche recién ordeñada a los habitantes de Tione di Trento, mientras que la familia de su padre se dedicaba a la ganadería y a la fruticultura. Sin embargo, el verdadero punto de inflexión llegó con la decisión de los tíos y el padre de poner en marcha un ambicioso proyecto de recuperación territorial y medioambiental centrado en restaurar la zona dedicada históricamente a la viticultura. Se encontraba en un estado de semiabandono debido a las oleadas migratorias de la posguerra. Se inició la plantación de un viñedo moderno y racional. Durante sus años de instituto, dedicó su tiempo libre a ayudar en el viñedo con creciente empeño, mientras que en la universidad germinaba en él el sueño de abrir su propia empresa de vinos espumosos. Con el tiempo se da cuenta de que las uvas cultivadas y besadas por el sol en un territorio tan generoso son algo raro y precioso y deben reservarse para una producción de alto nivel, de la que el espumoso Metodo Classico LEVII es una expresión de excelencia. En 2012 Cesare adquiere los viñedos familiares e inicia el proceso de espumoso de sus propias uvas, fundando la Maison LEVII. El objetivo es llevar al mundo la excelencia cualitativa de los vinos espumosos LEVII, contar la historia del territorio y conseguir efectos indirectos que vayan más allá de la empresa al tener un impacto positivo en el contexto socioeconómico local.