Dos familias viticultoras desde 1900 que han seguido caminos diferentes: la propiedad Girard, viticultora cooperativa de Mesnil sur Oger, y la propiedad Bonnet, viticultora cooperativa de Oger, que produjo unas 140.000 botellas en los años 80 con el nombre de Champagne F. Bonnet Père et Fils. Desgraciadamente, esta última se extinguió en 1988 y los viñedos se arrendaron. Los caminos de las dos fincas estaban destinados a encontrarse en la siguiente generación, con la unión de Philippe Girard y Dominique Bonnet. Unos años después de la expiración del arrendamiento, Paul Girard, hijo de Philippe y Dominique que encarna así a la vez a las familias Girard y Bonnet, decidió unir los dos viñedos para embarcarse en la aventura de crear una marca de viticultores en honor a sus orígenes. Así nació el champán Girard-Bonnet.
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