En 1999 se construyó una nueva bodega, excavada bajo el antiguo granero y reservada exclusivamente a la crianza de Teroldego. Las pequeñas barricas se apilan unas sobre otras en forma de pirámide y están inmersas en un clima ideal gracias al revoque de arcilla. El vino madura en madera apoyada sobre grava del lecho del río Noce. El muro de entrada a la bodega está hecho de grandes piedras pulidas, cuya belleza atrae a los visitantes. La combinación de lo cálido y lo frío, lo común y lo inusual, lo sencillo y lo refinado, y el mantenimiento del justo equilibrio entre naturaleza y cultura son las características de este lugar.
Información sobre Elisabetta Foradori