Iniciado en 1846 por Filippo Mazzetti, el negocio familiar de la destilería se ha transmitido de padres a hijos hasta hoy a través de seis generaciones. Cada año, de hecho, la Antica Distilleria di Altavilla reúne los mejores orujos de la zona de Monferrato para producir igual número de grappas monovarietales.
Obtenidas a partir de los orujos más frescos y destiladas con alambiques de vapor, tras un cuidadoso y escrupuloso descarte de cabezas y colas, las grappas se conservan durante varios años en preciosas barricas de roble y en barricas de cerezo, castaño, almendro y roble francés; hasta alcanzar una completa armonía de sabor y aroma, manteniendo intactas las notas florales y afrutadas.
Son el resultado de un proceso de producción transmitido con pasión y sabiduría al actual propietario, Filippo Mazzetti, junto con su esposa Laura y sus hijos Fabrizio y Alessandro.
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