En mayo de 2011, uno de nuestros empleados fue a buscar el emplazamiento de la antigua destilería Wolfburn en Thurso, Caithness. Tras 150 años de abandono, encontramos un montón de piedras apenas perceptible, pero quedaba una cosa de los antiguos años de la destilería Wolfburn: agua. El agua fría y cristalina que alimentaba la cuba de maceración y los alambiques hace tantos años seguía fluyendo como siempre, y si el Wolf Burn seguía ahí, pensamos que el whisky también podría serlo. Unos pasos río abajo de la antigua planta, encontramos un pequeño terreno llano cubierto de cardos. Podríamos coger un poco de agua cada día y convertirla de nuevo en whisky. La compra del terreno se ultimó en mayo de 2012 y la primera recogida se hizo unos meses después, a principios de agosto. Las cosas se ponían en marcha, se elaboraban los planos, se buscaban los equipos por todas partes y, a finales de septiembre, las estructuras de los nuevos edificios empezaban a tomar forma.
Información sobre Wolfburn Distillery