Destilados trinidad y tobago

Trinidad y Tobago siempre ha sido una tierra importante para el cultivo de la caña de azúcar, gracias a la particular conformación del terreno, aunque en sus inicios mantuvo la producción de ron como una actividad marginal. A finales del siglo XVIII, bajo el dominio británico, comenzaron a circular las primeras cantidades considerables de rum, que viajaron a Inglaterra, donde se mezclaron con otras calidades de rum destilado por la Corona británica (Barbados, Demerara, Jamaica) y dieron lugar así al ron Navy. En el mundo de los destilados espirituosos, la calidad del rum de Trinidad y Tobago marca historia. Un estado insular cuyo nombre fue dado por Colón, un homenaje a la trinidad, mientras que el segundo nombre deriva muy probablemente de la forma de puro de la isla más pequeña: ¿y qué mejor que un buen puro con un buen rum? En el siglo XIX, la familia Siegert trasladó la fábrica de Angostura Bitters al puerto de España. ¿Dónde estarían hoy los bármanes de todo el mundo sin la existencia de una familia prusiana cuya misión no era otra que limitar los efectos de la fiebre alta en las tropas de Simón Bolívar? Tras la Primera Guerra Mundial, Robert Siegert, nieto del fundador, inició su búsqueda de la industria del ron: fundar una destilería que se distinguiera de las demás de la región. Se trata de una destilería moderna, fruto de una minuciosa investigación científica, en posesión de múltiples columnas de destilación que sustituyen a los alambiques tradicionales. Hoy en día, el ron producido en Trinidad y Tobago acompaña las grandes celebraciones de tradición y cultura centenarias, especialmente durante el Carnaval, un acontecimiento importante, celebrado intensamente por la población y también por turistas de todo el mundo.