La bodega de Valerio Civa se expande a un ritmo vertiginoso: el número de hectáreas de viñedo se ha más que duplicado (de 24 a 58) y el número de botellas producidas (de casi 300 mil a 700 mil) en sólo un año. El ambicioso proyecto de elevar aún más la calidad de las vides autóctonas friulanas ha dado sus frutos; al fin y al cabo, esta joven empresa -creada en 2016- tenía claros los pasos a seguir para lograr resultados significativos, algo que ya se aprecia en la elección estética de las botellas: grandes, oscuras y pesadas, con suntuosas etiquetas: una clara señal para el consumidor, que debe ser capaz de percibir de inmediato la calidad y la importancia del producto.
De hecho, no hay que olvidar que Valerio Civa depende en gran medida de la gran distribución, y sus vinos se encuentran habitualmente en los lineales de Auchan y otras grandes superficies, un sector de ventas en el que el envase desempeña un papel fundamental. Otra elección comunicativa es el logotipo 85/15 impreso en las etiquetas, que indica los vinos obtenidos en un 85% con la variedad de uva de la Denominación y en un 15% con los mejores cultivares de la finca. Una producción, por tanto, con un mercado objetivo bien definido, con un nivel de calidad que reescribe las reglas del juego. Vinos del productor.
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