La bodega Ottin nació de una pasión. La pasión de un joven agricultor por el vino y por su tierra. Una pasión que viene de lejos, heredada de su familia, viticultores de montaña durante generaciones. Conocimientos ancestrales y savoir faire que Elio Ottin supo poner en práctica creando su propia explotación a principios de los años 90, tras estudiar en el Institut Agricole Régional y en el Instituto Agrícola de Verzuolo. Técnico agrícola en el Departamento de Agricultura de la Región Autónoma del Valle de Aosta, dejó el empleo público a finales de los 90 para dedicarse por completo a su pasión y a su empresa. En 2007 asumió un nuevo reto: decidió elaborar su propio vino a partir de uvas que hasta entonces se habían entregado a una cooperativa local.
Así nacieron los vinos Ottin. Vinos de gran personalidad, producidos en gran parte a partir de vides autóctonas, cultivadas en zonas naturalmente aptas para la viticultura, donde la vid prospera con equilibrio, según técnicas de producción respetuosas con el medio ambiente.