La Scolca fue comprada entre 1917 y 1919 por el bisabuelo del dueño que controla hoy en día la propiedad junto con su hija.
El nombre de la parcela procede de un antiguo topónimo que quiere decir "mirar lejos"; de hecho, la finca había sido un lugar de vigía. Cuando se compró, la finca estaba rodeada de bosques y campos de trigo. A comienzos del siglo XX se empezaron a plantar viñedos de la variedad Cortese en un territorio totalmente dedicado al cultivo de viñedos de uva tinta. En poco tiempo la producción vinícola se conviertió en el negocio principal.
Información sobre La Scolca