Una empresa, la de Valle Reale, en Popoli, que trabaja bien, consiguiendo poner tradición y personalidad en sus vinos. Se trata, en efecto, de respetar, por una parte, la historia vitícola de la zona y, por otra, de llevarla adelante y caracterizarla a través de las modernas tecnologías presentes en la bodega. Los viñedos están situados entre 350 y 400 metros sobre el nivel del mar, en suelos ricos en esqueleto con una presencia moderada de arcilla. El resultado son vinos originales, una huella fiel del terruño y de las variedades exclusivamente tradicionales cultivadas. Este año se presentaron seis etiquetas, cinco de las cuales se quedaron realmente a un suspiro, con el regreso del Cerasuolo d'Abruzzo Vigneto Sant'Eusanio. En cambio, fue el Trebbiano d'Abruzzo Vigneto di Popoli el que destacó y se llevó el podio, con su amplio y complejo bouquet y su sorbo limpio, cálido y persistente. Los grandes ausentes de este año fueron Trebbiano d'Abruzzo Vigna del Convento di Capestrano 2016, que no se elaboró debido a la violenta helada de abril de ese año, y Montepulciano d'Abruzzo San Calisto, cuyas uvas no alcanzaron la madurez fenólica deseada, de nuevo debido a la helada, y que volveremos a ver con la añada 2015 en próximas ediciones de la Guía.
Información sobre Valle Reale