Patrick Piuze

Nacido en enero de 1973 en Quebec (Canadá), Patrick Piuze es el tercer hijo de una familia de clase media que nunca se ha dedicado a la producción de vino. Cuando cumplió dieciocho años, Patrick conoció a Marc Chapoutier, que le ayudó a empezar a elaborar vino. Gracias a él, Patrick viajó por todo el mundo y trabajó en varias bodegas de Australia, Sudáfrica e Israel. Después regresó a Quebec y abrió un bar de vinos llamado "Le Pinot Noir" en el centro de Montreal. Sus dos años de experiencia en restauración y servicio de vinos le ayudaron a crear una cierta cultura de la degustación, pero en el fondo, lo único que quería era volver a sus queridas bodegas. En el verano de 2000, Patrick dejó Montreal y se llevó su mochila a Borgoña, una de las regiones más bellas de Francia. Se unió a Olivier Leflaive y a su equipo en Puligny-Montrachet para la vendimia. Tras un breve curso en el CFPPA (Centre de Formation Professionnelle et de Promotion Agricole) de Beaune, se le confía la vinificación del Chablis de Olivier Leflaive, donde desarrolla su saber hacer, y cuatro años más tarde abandona la bodega de Olivier Leflaive para irse a La Maison Verget, donde Jean-Marie Guffens le transmite su pasión por el terruño. Patrick Piuze comienza así a labrarse un nombre como excelente enólogo. Su fama le llevó a ser contratado un año más tarde como jefe de bodega por Jean-Marc Brocard. En ese momento, Patrick tomó la decisión más importante de su vida: el 1 de julio de 2008 fundó su propia bodega. Fue todo un reto emprender el camino en solitario. La principal intención de Patrick es marcar una verdadera diferencia entre "bodeguero" y "enólogo". No posee ningún viñedo, pero ejerce una gran influencia como asesor de viticultores. Ha establecido un enfoque de confianza y una colaboración a largo plazo con los viticultores. Esta filosofía le permite vendimiar las mejores parcelas de Chablis, la mayoría de ellas procedentes de viñedos muy antiguos, con el fin de cosechar uvas de gran calidad.