Desde 1969 hasta la actualidad, primero su padre Arnaldo, enólogo, y ahora sus hijos Paolo, doctor en Ciencias Económicas, y Marco, licenciado en Agricultura en 1994 con una tesis experimental sobre la microvinificación de las variedades locales, han continuado su labor de investigación y experimentación. Tras años de abandono, en 1969 se adquirió el terreno (31 hectáreas, 17,5 de las cuales están ahora plantadas de vid) con el compromiso de centrarse en la calidad y no en la cantidad, respetando la tradición pero prestando la debida atención a la tecnología moderna tanto en el viñedo como en la bodega. Paolo y Marco Galli dirigen ahora la empresa, típicamente familiar, continuando la filosofía de producción y completando los proyectos de sus padres Arnaldo y Marta.
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