I Veroni

La historia de la Fattoria se remonta, como complejo agrícola, a finales del siglo XVI, cuando era propiedad de la noble familia Gatteschi, que construyó los primeros depósitos para la fermentación de los mostos, aún visibles hoy en día, y, como complejo edilicio, a principios del siglo XII, como torre de vigilancia dentro de un inmenso feudo propiedad de los Conti Guidi, torre que ya no es visible hoy en día porque se incorporó a las construcciones de siglos posteriores que dieron lugar a la estructura edilicia actual.

El documento histórico más antiguo encontrado, relativo a la Fattoria I Veroni como complejo agrícola, está fechado en 1582 y es el testamento de Bartolomeo d'Angiolo Gatteschi en el que describe las fincas que componen la propiedad I Veroni y los viñedos y cepas presentes en cada finca. El nombre "i veroni" deriva de "verone", antiguo término toscano utilizado para indicar una terraza, logia, cubierta o descubierta, y en particular, en el ámbito agrícola, la terraza cubierta con la que termina la escalera exterior de las casas de campo; de hecho, en la Fattoria I Veroni había grandes terrazas de ladrillo, de las que hoy sólo queda una, en las que probablemente se secaban las hojas de tabaco cultivadas a orillas del cercano río Arno, terrazas que más tarde dieron su nombre al complejo de edificios y al lugar, así como, hoy en día, a toda la finca y a sus vinos.

VERONI es, hoy en día, una bodega situada en la zona de Chianti Rùfina, concretamente en el municipio de Pontassieve, a unos 10 km de la ciudad de Florencia. La finca ocupa una superficie de 70 hectáreas, 20 de las cuales están replantadas con viñas y el resto con olivares, con un total de unos 4.000 olivos. La propiedad se extiende desde una altitud de aproximadamente 100 metros sobre el nivel del mar hasta 350 metros sobre el nivel del mar cerca de la antigua Pieve di San Martino a Quona, donde se encuentran los viñedos. Los viñedos fueron objeto de un importante proyecto de replantación emprendido a principios de los años 90, que ha permitido ahora a I VERONI contar con plantaciones de viñedos con una media de 5.000 cepas por hectárea, con 16 hectáreas replantadas con clones seleccionados de Sangiovese, 2 hectáreas replantadas con cepas internacionales y el resto con cepas blancas para la producción de Vin Santo del Chianti Rùfina.