Ferrando

La familia Ferrando lleva nada menos que cinco generaciones en el negocio del vino. De hecho, la empresa fue fundada en 1890 por Giuseppe Ferrando, que llegó a Ivrea desde Acqui con la intención de introducir los vinos piamonteses en el Valle de Aosta. Con su hijo Luigi, el negocio despegó realmente. En aquella época, la empresa tenía su sede en el antiguo convento de San Bernardino de Ivrea, debajo de la casa del ingeniero Camillo Olivetti. En 1957, Giuseppe Ferrando, nieto del fundador, inició la producción de uno de los vinos más raros elaborados con la variedad de uva Nebbiolo: el Carema. En 1964, en el municipio del mismo nombre cercano al Valle de Aosta, la familia construyó una bodega para la producción y crianza de este noble Barolo de montaña (D.O.C. desde 1967). Desde entonces, la actividad ha sido seguida con gran pasión y compromiso por Roberto Ferrando, el actual propietario, que tomó el relevo de su padre Luigi, y que alimenta continuamente el ímpetu creativo, leitmotiv de las decisiones de la empresa.