hace 50 años, Yves Ruffin optó por convertir sus tres hectáreas situadas entre Avenay Val d'Or y Tauxières a la agricultura ecológica. Lo hizo en contra de las tendencias de la época, cuando viticultores y técnicos no tenían en cuenta el impacto de sus prácticas agrícolas en el medio ambiente. El futuro sería para los pocos pioneros que optaron por ser diferentes y mantenerse firmes a pesar de las críticas. Su hijo Thierry continuó su tradición y ayudó a desarrollar métodos de cultivo alternativos. En 2008, su mujer, Sylvie, le sucedió y aún hoy continúa la producción con este exigente enfoque.
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