Gurra di Mare

Cerca de Porto Palo, el antiguo puerto de Selinunte, en una de las zonas más ricas de Sicilia en términos de historia y vistas naturalistas de rara belleza, junto a la reserva natural de la desembocadura del río Belice, entre tamarindos, juncos espinosos y amapolas cornudas. Es aquí, con el viñedo que llega hasta la playa, donde nace Gurra di Mare, la nueva bodega de Domini di Castellare di Castellina, que flanquea la otra bodega siciliana del grupo, Feudi del Pisciotto, situada en cambio entre Piazza Armerina y Caltagirone. La palmera es el símbolo de la nueva bodega, tan arraigada, tan importante en la historia de Sicilia, pero ahora tan frágil bajo los ataques del picudo rojo. Por este motivo, parte de los beneficios de la venta de los vinos Gurra di Mare se destinarán a la investigación para definir un protocolo de actuación contra el picudo rojo que ha minado profundamente el paisaje siciliano, exterminando miles de palmeras. Gurra es el nombre local que se utiliza para referirse a un pequeño curso de agua que desemboca en el mar y es uno de los elementos que más caracterizan el paisaje de esta zona de Sicilia. El propio origen del nombre gurra, que algunos remiten al griego y otros al árabe, atestigua que uno se encuentra en una tierra que a lo largo de su historia ha sido punto de encuentro de mundos y culturas diferentes.