Guicciardini Strozzi

La bodega cuenta con más de mil años de historia: el documento más antiguo que atestigua la existencia de Cusona data del año 994. La propiedad de 530 hectáreas de Cusona se encuentra en medio de las verdes colinas toscanas, frente a la famosa ciudad medieval de San Gimignano, conocida por sus imponentes torres (la Manhattan medieval). Las ilustres personalidades y la influencia política y económica de las dos familias, los Strozzi y los Guicciardini, varias veces unidas por lazos de sangre a lo largo de los siglos, han marcado la historia no sólo de la Toscana, sino también de Italia y de Europa. Francesco Guicciardini fue gobernador de los Estados Pontificios, además de filósofo e historiador. La familia Strozzi, poderosos banqueros, estadistas y condottieri, fueron los mayores rivales de los Médicis. Hacia 1850 se inició la construcción de la gran bodega con túneles subterráneos. A principios del siglo XX, Francesco Guicciardini, vinculado por matrimonio a Luisa Strozzi, alcaldesa de Florencia y ministra de Agricultura y Asuntos Exteriores, convirtió Cusona en una bodega modélica y vanguardista de importancia nacional. En la década de 1970, el príncipe Girolamo Strozzi (primer presidente y fundador del Consorcio de la Vernaccia) inició la comercialización de los vinos en todo el mundo, que sigue llevando a cabo en la actualidad, junto con su esposa Irina y sus dos hijas Natalia e Irina Jr. En 1999, también inició la expansión del negocio vinícola en la Maremma toscana (Bolgheri, Scansano, Montemassi) y en Pantelleria. En las fincas de Guicciardini Strozzi se producen 22 tipos diferentes de vinos. Entre las etiquetas más prestigiosas se encuentran el Vernaccia di San Gimignano, producido por primera vez en la finca en 1200; el vino espumoso y la grappa elaborados con uvas Vernaccia. Entre los tintos históricos se encuentran el Sodole, 100% San Giovese, y el Millanni, creado para celebrar el 1000 aniversario de la finca, una mezcla de San Giovese, Cabernet Sauvignon y Merlot.