Chateau Montelena

La rica historia de Chateau Montelena comenzó una fría mañana cuando Alfred L. Tubbs inspeccionó con una pala el terreno donde planeaba plantar los viñedos de la finca. Había oído que el valle de Napa era el mejor lugar para cultivar uvas en California. Se llegó a un acuerdo y, en enero de 1882, el empresario de San Francisco poseía 254 acres de terreno escarpado a tres kilómetros al norte de Calistoga, en la base del monte St. Los suelos estaban bien drenados y eran pedregosos y sueltos, perfectos para las vides que plantaría. Tardó menos de una década en hacer realidad su sueño. Primero Tubbs plantó sus viñedos, luego construyó su castillo y en 1886 importó a un enólogo de origen francés. En 1896 su bodega, entonces llamada AL Tubbs Winery, era la séptima más grande del valle de Napa. Como muchas otras bodegas de la zona, la elaboración de vino en Chateau terminó con la Ley Seca. Tras la derogación de la Ley Seca en 1933, el nieto de Tubbs, Chapin Tubbs, continuó con el negocio familiar vendimiando el viñedo, elaborando algunos vinos y vendiendo uvas a otras bodegas y vinicultores caseros. En 1940, Chapin rebautizó la bodega con el nombre de Chateau Montelena Winery, una contracción de Mount St. Helena. Dos años después de la muerte de Chapin Tubbs, en 1947, se dejó de elaborar vino, y Chateau Montelena no funcionaría como bodega durante casi dos décadas. La familia Tubbs vendió el chateau en 1958, cuando el edificio de piedra y sus crecidos terrenos pasaron a manos de Yort y Jeanie Frank, que buscaban un lugar tranquilo para retirarse. Los Frank emigraron de Hong Kong antes de la II Guerra Mundial y habían vivido en el sur de California, donde Frank era ingeniero eléctrico. El castillo inspiró a Frank para cavar un lago y ajardinar el terreno de modo que reflejara los jardines chinos de su tierra natal. Hoy en día, el lago de Jade está considerado uno de los santuarios más bellos del valle de Napa, hogar de una gran variedad de peces y animales salvajes, y rodeado de sauces llorones y fauna. El siguiente capítulo comenzó con el renacimiento de Chateau Montelena Winery and Estate Vineyard a principios de la década de 1970. Bajo la dirección de Jim Barrett, se desbrozó y replantó el viñedo y se dotó al castillo de modernos equipos de vinificación. Reunió a un equipo para supervisar el viñedo y la elaboración del vino, y luego cultivó y contrató las uvas de mayor calidad del valle de Napa. En 1972 se elaboraron los primeros vinos. Décadas después, esta célebre bodega familiar sigue prosperando con el hijo de Jim Bo Barrett al frente.