Historia |
El Pignolo (también conocido como Pignul) debe su nombre a la particular conformación del racimo. Ha sido mencionado varias veces en la historia de la viticultura por Gallesio (1817-19), Acerbi (1825), Odart (1849) y Di Rovasenda (1877). Tiene hojas pequeñas, trilobuladas (a veces también pentalobuladas); racimo pequeño, cilíndrico, simple y dentado; baya pequeña, redonda, pruinosa y de piel gruesa y negra. |
Características ampelográficas |
Hoja: pequeña, característica, trilobulada, verde intenso por encima; lámina delgada, pero firme, con márgenes ligeramente revolutos; haz vesiculado; envés verde claro, aterciopelado o afieltrado; senos laterales abiertos, profundos, redondeados; seno peciolar abierto, profundo; dientes finales ganchudos; dientes foliares no muy profundos, bastante regulares, anchos, mucronados; venas levantadas, rojas en la base.
Racimo: cilíndrico, simple, dentado, pequeño; pedúnculo robusto, mediano, herbáceo, verde amarillento; pedúnculo robusto, herbáceo, verde claro; pedicelos cortos, verde claro. Baya: pequeña, redonda; cepillo pequeño, incoloro; piel pruinata, negra, gruesa, algo coriácea, ligeramente tánica; carne blanda, tendiendo a carnosa, de sabor simple, muy dulce. |
Características del vino que se obtienen de esta cepa |
El vino obtenido de la variedad pignolo es de color rojo rubí, transparente. En boca es cálido, afrutado, tánico, persistente, redondo. |