Clima y terreno |
Hungría tiene un clima claramente continental, con veranos calurosos y secos e inviernos fríos. Pero la altitud sobre el nivel del mar y la proximidad del lago Balaton tienen un efecto refrescante en algunas partes. El país disfruta de unas dos mil horas de sol al año. Además, el otoño suele ser muy largo y soleado, lo que favorece la formación de botritis. Al oeste, alrededor del lago Balton, dominan los suelos de pizarra, basalto volcánico, ariglla y "löss". En la vasta llanura, los suelos son principalmente arenosos; en las colinas del noreste, sin embargo, encontramos rocas volcánicas y Pécs tiene, sobre todo, suelos volcánicos mezclados con pizarra y arena. |
Platos típicos |
La cocina húngara es mundialmente famosa por sus sabores picantes y agridulces. El pimentón, tanto dulce (csemege) como picante (csipos), y la pimienta están siempre presentes en las recetas no sólo de la cocina tradicional, sino también en aquellos platos que son fruto de una auténtica revolución gastronómica en la cocina húngara que ha tomado el camino de la modernidad. Entre los platos más famosos está el Gulash (Gulyas), una sabrosa sopa con estofado de ternera y, a menudo, fideos, muy diferente de la checa, rica en manteca (o aceite), cebollas, comino, pimentón, patatas, zanahorias, perejil, pimientos y tomates. Las sopas en general son el pilar de la gastronomía húngara: deliciosa la sopa de setas y la de patatas, que en algunos restaurantes podrá degustar con deliciosas rodajas de manzana tostada para acompañarla, y también son muy buenas la sopa de col, la de bagre y, en verano, la de guindas, pero nuestro consejo es que experimente y saboree la gama de sabores, presente en todos los platos, que seguro que le impresionará positivamente. Halaszl, sopas de carne, verduras o pescado, son los primeros platos húngaros y suelen variar de una región a otra. También es muy famoso el Porkolt, un guiso de ternera, o de carnes mixtas, cocinado en un sofrito de cebolla y manteca de cerdo, aromatizado con pimentón, pimientos y tomate; se presenta en la mesa con una espesa salsa roja. Sólo en Hungría se condimenta con tejfol, una crema agria que no se encuentra en ningún otro lugar. Además del conocido salami húngaro, hay otros embutidos excelentes, como el teli szalami y el pick szalami. En los menús de los restaurantes de Budapest es muy frecuente encontrar hígado de pato y oca. Entre los postres típicos destacan el strudel, la crepe al estilo Gundel, las albóndigas de Somlo, el puré de castañas y los pasteles calientes de requesón. |