La Rheinhessen, o Rheinhessen, es una de las mayores y más importantes regiones vinícolas de Alemania. Aquí, el cultivo de viñedos es relativamente joven, cuyo desarrollo comenzó al mismo tiempo que el nacimiento de los primeros ferrocarriles, pero decayó considerablemente debido a las dos guerras mundiales. Hoy, sin embargo, con más de 26.000 hectáreas de viñedo, la zona ha vuelto a convertirse en la joya de la corona de la producción vinícola alemana, gracias en parte a la conformación del paisaje, que se beneficia de la presencia de diversos elementos naturales como los ríos Rin y Mosela, la meseta volcánica de Hunsruck y el sistema de colinas Rheinisches Schiefergebirge.
Particularmente fértil es el suelo, compuesto en un gran porcentaje por el löss margoso alemán, seguido en menor medida por mezclas de arena y piedra caliza. El clima del Rheinhessen también es aliado del cultivo de uvas abundantes y de buena calidad uvas de buena calidad: gracias a su carácter templado, con veranos cálidos e inviernos no demasiado rigurosos, permite que la tierra disfrute de mucho sol, pero sin que las temperaturas suban demasiado.
Entre las técnicas de producción más en boga en la zona se encuentra una fuerte tendencia hacia la producción basada al máximo en métodos clásicos y naturales, que ve viñedos cultivados de forma tradicional junto a tierras tratadas con modernos métodos de cultivo biodinámico. Entre los viñedos de la zona predominan los cultivados con uvas blancas. Los mejores vinos blancos son el Riesling, considerado entre los mejores del mundo, el Sylvaner, el Muskat y el Müller-Thurgau.