Villa Sandi

Las raíces alimentan el mañana. Así es el viñedo, así es nuestra historia. La semilla se plantó a principios de los años veinte, cuando Mario Polegato, abuelo del actual presidente Giancarlo, compró unos viñedos y se introdujo en el mercado del vino. La pasión crece, las raíces empresariales se fortalecen, pero al igual que el viñedo, pasan varios años hasta que se obtienen los primeros frutos. Tras la Segunda Guerra Mundial, las raíces de la historia cavan cada vez más hondo y la satisfacción madura. Divo cultiva el negocio de su padre Mario junto con su esposa Amalia Moretti. Con el negocio, crece la familia: nacen los hijos Mario y Giancarlo. Los dos hermanos se apasionan por el mundo del vino, Mario se convierte en enólogo, Giancarlo se especializa en gestión financiera. Las raíces se hacen cada vez más fuertes y dan vigor al crecimiento de la empresa. Pero al igual que el viñedo está expuesto a la imprevisibilidad de la naturaleza, el curso de la vida puede cambiar de un momento a otro. También en los años 80, tras un viaje a la región de Champaña, Mario y Giancarlo deciden utilizar las galerías subterráneas descubiertas durante la renovación de Villa Sandi para albergar las primeras botellas producidas según el método clásico. El éxito fue inmediato: Opere se convirtió enseguida en una de las marcas más apreciadas del método clásico made in Italy. Desde principios de la década de 2000, la plataforma de viñedos en las tierras de Prosecco DOC y DOCG ha ido creciendo y se han redescubierto varias variedades de uva autóctonas. En 2010 llegó el primer gran reconocimiento: el Cartizze La Rivetta fue galardonado con el Tre Bicchieri del Gambero Rosso, un premio que luego ganó durante doce años consecutivos. Los valores y las habilidades se transmiten y siguen dando vida a la historia de Villa Sandi. Diva y Leonardo, hijos de Giancarlo y Augusta, se incorporan a la empresa, renovando la tradición de una familia que cultiva desde hace cuatro generaciones el futuro de un territorio para degustar.