Los Sorine son una de las familias más antiguas del pueblo de Santenay. Santenay revela numerosos vestigios del pasado de esta familia: vestigios galo-romanos y medievales, el Molino Sorine, la Rue de la Croix Sorine, la localidad "Derrière chez Sorine", etc. Tras abandonar el viñedo a raíz de la crisis de la filoxera, Charles Sorine reanudó la explotación de algunas parcelas en 1925.
A su muerte, en 1946, su hijo Jean, con la ayuda de su tío Lucien Beauregard y luego de su esposa Yvette, reconstituyó el conjunto de la explotación (6 hectáreas). En 1973, invirtió en la construcción de una nueva sala de vinificación en Santenay le Haut. En 1987, Christian se unió a su padre en la explotación. Ahora al frente de la empresa, Christian ha desarrollado la superficie de la explotación (12 hectáreas) y la comercialización del vino embotellado. Emma se unió a él en 2009. A falta de espacio en Santenay, Christian y Emma han restaurado un magnífico edificio en Cheilly-lès-Maranges, que incluye una bodega de venta y degustación y cavas de los siglos XV y XVIII, que permiten que todos nuestros vinos maduren en barricas.