En 1974, cuando Genagricola adquirió la Azienda Agricola Poggiobello, los viñedos ocupaban una superficie de 12 hectáreas.
El extraordinario potencial de esta tierra, capaz de suministrar uvas excelentes, fue el principal estímulo para invertir en los viñedos: se inició un período de adquisiciones graduales de las parcelas limítrofes al cuerpo principal de la finca y se emprendió una colosal labor de mejora de las condiciones del suelo, procediendo a la construcción de canales para drenar el exceso de agua, construyendo terrazas y plantando viñedos hasta llegar -hoy en día- a ser la mayor bodega -en una sola parcela- de los Colli Orientali del Friuli.
Una superficie empresarial de 110 hectáreas, 90 de las cuales se cultivan como viñedos, en los que, junto a variedades autóctonas como Ribolla Gialla, Friulano, Refosco, Verduzzo y Picolit (de las que Poggiobello posee la mayoría de los viñedos del Consorcio Colli Orientali), encuentran cabida las principales cepas internacionales, "naturalizadas" en estas tierras desde hace siglos.
La modernización de las bodegas, excavadas en la colina sobre la que se levanta la finca del siglo XVIII, fue el siguiente paso en el camino hacia la valorización del patrimonio vitícola de Poggiobello: aquí, de acuerdo con la práctica enológica friulana más tradicional, los frutos de la vid se transforman en vinos preciosos y auténticos, capaces de hablar del territorio con inmediatez y calidez.
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