La bodega nació de la fuerte pasión de Mauro Sebaste, hijo de Sylla, una de las primeras mujeres del vino, en los años sesenta, conocida como la "dama di Langa". De su madre, Mauro heredó la filosofía del "vino como proyecto" y el respeto por las características de su territorio. Tras la prematura muerte de Sylla, Mauro abandonó la empresa familiar y relanzó su pasión por el vino con un único objetivo: producir calidad. Fundó una nueva empresa, primero con la ayuda de su esposa Maria Teresa y sus suegros, y después con el apoyo actual de sus hijas Sylla y Angelica. Su proyecto partió de la búsqueda lenta y meticulosa de viñedos: cada uno de ellos debía reunir las características adecuadas, en términos de tipicidad, ubicación y exposición. Hoy Mauro, entre viñedos propios y gestionados, cuida más de treinta hectáreas, con un único objetivo: producir calidad, total y sin compromisos. Su empresa familiar produce una media de 120.000 botellas anuales de vino y 5.000 de grappa, y exporta a todo el mundo.
Información sobre Mauro Sebaste