Para Nunzio Ghiraldi, la elección de ser enólogo nace de su deseo de seguir su inclinación natural: vivir en el campo y trabajar su tierra. Fue su abuelo Nunzio, ingeniero de Cremona, quien tuvo la feliz intuición de comprar el Podere Sant'Onorata en la campiña de Lugana di Sirmione a principios de los años cincuenta.
Era una Lugana aún "in nuce" y primigenia, pero que ya le iluminaba y le hacía soñar: las aguas turquesas del lago a pocos pasos de la granja, las brisas templadas que soplaban desde las montañas cercanas que coronaban el lago, y aquella arcilla... blanda y fangosa en invierno, dura e inviolable en verano. Pero le pareció el terreno adecuado para las vides de Trebbiano di Lugana que tenía en mente plantar. Y así lo hizo. La semilla estaba sembrada. Ayer como hoy, éste es el "genius loci" que nos inspira cada día. Así que Nunzio terminó sus estudios de Derecho siguiendo los pasos de su padre y decidió dar rienda suelta a su inclinación natural. El viñedo se convirtió en su vida.
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