Marcelle Dubois, su hija, y su yerno Emile Chevalier heredaron la propiedad inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial y asumieron toda la responsabilidad de la misma. Concienzudo y meticuloso, Emile Chevalier dedicó años de duro trabajo a perfeccionar la calidad de las vides de la finca inmediatamente después de los difíciles años de la crisis de la filoxera, y su hijo Georges, con la experiencia de su padre, tomó el relevo y comenzó a ampliar y mejorar la finca, primero estableciendo la plantación de tres hectáreas en Gamay. Georges Chevalier aprendió rápidamente, no sólo por el amor a su trabajo, sino por su seria dedicación a la elaboración de vinos notables. En 1959, decidió embotellar totalmente todas las cosechas. El resultado fue que, en 1969, todos los vinos vendidos a sus clientes se vendían en botella. En 1975, cuando Claude, el hijo de Georges, se incorporó al negocio familiar, siguió ampliando la finca añadiendo otras once hectáreas. Desde 1994, Claude, con la influencia de su padre, se ha concentrado únicamente en la vinificación de los "vinos de finca". En 1998, decidió modificar algunos métodos de trabajo en el viñedo y, a partir de 2000, cambiar los métodos de vinificación (nueva selección de barricas, tiempo de fermentación, tiempo de maduración en barrica, filtración, etc.) y siempre con el objetivo principal de mejorar constantemente la calidad de sus vinos.
Información sobre Domaine Chevalier Pere et Fils