El Château de Roquefort goza de una ubicación ideal en la denominación Côtes de Provence, entre el macizo de Sainte Baume, que se eleva a 1.042 metros de altitud, y el parque nacional costero de las Calanques. El paisaje aquí es una formación de mesetas, donde los viñedos ecológicos se cultivan biodinámicamente a 390 metros de altitud, recortados en el imponente terreno rocoso arcillo-calcáreo. En este entorno natural y salvaje, Raimond de Villeneuve lleva más de 25 años dedicándose a su pasión, la vida de viñador. El terruño aquí es esencial gracias al microclima creado por la altitud y al hecho de que los viñedos están orientados al norte-noroeste, lo que aporta mucha frescura a sus vinos. Desde 1812, varias generaciones le han precedido, transmitiéndole la tierra y las vides. Hoy cultiva unas 30 hectáreas, produciendo vinos que vende a los cuatro rincones del mundo. Con su elección de cultivo, Raimond y su fiel jefe de viña, José, mantienen con precisión el equilibrio y el respeto por la naturaleza, desde el injerto de las vides hasta la vendimia. En la actualidad, casi el 40% de las viñas se han injertado en la cepa, con injertos cuidadosamente seleccionados. En cada añada se elaboran cinco cuvées emblemáticas: dos tintos: Les Mûres y Gueule de Loup; dos blancos: Les Genêts y Petit Salé; y un rosado: Corail. En añadas excepcionales, no es raro que haya una cuvée adicional. Se trata de vinos singulares que no son necesariamente idénticos en cada añada, pero todos tienen un hilo conductor, el de la frescura que recorre toda la gama. Son vinos alegres. Los vinos de Raimond de Villeneuve están en sintonía con el temperamento de la bestia, porque no son vinos serios, sino vinos para personas que disfrutan seriamente bebiendo vinos por el puro placer que proporcionan.
Información sobre Chateau de Roquefort