Valle de Casablanca, a pesar de su nombre que puede inducir a error, es una zona vitivinícola de Chile, a un centenar de kilómetros de Santiago. El valle, que se extiende unos treinta kilómetros tocando la provincia oriental de Valparaíso, es famoso por la producción de vinos blancos, originalmente Chardonnay y Sauvignon Blanc.
La historia vitivinícola del Valle de Casablanca comenzó en la década de 1980, cuando la industria vitivinícola chilena experimentó un renacimiento. Sin embargo, la expansión de los viñedos en las afueras de la ciudad de Casablanca se detuvo debido a la falta de agua para el riego, por lo que la producción es limitada. Los vinos del Valle de Casablanca son especiales gracias a la influencia del Océano Pacífico, que se encuentra a sólo 30 km de este valle. La corriente de Humboldt contribuye al enfriamiento del aire, que reemplaza los vacíos dejados por el aire cálido que asciende hacia el este. Es el clima tan especial de esta zona, con brumas matinales y cielos nublados durante gran parte del día, lo que da a las uvas blancas más tiempo para madurar. Esto les permite desarrollar una mayor complejidad de sabor, manteniendo los ácidos y el azúcar en perfecto equilibrio. Varias bodegas están recurriendo a la producción vinícola del Valle de Casablanca para abastecerse de uvas para la creación de sus vinos más prestigiosos. La demanda de los enólogos apunta a uvas aromáticas como Gerwurtztraminer, Riesling, Viognir.