Bodega Poesia

Mendoza es una tierra árida pero fértil, fría y calurosa al mismo tiempo. Una tierra de contrastes modelada por el hombre, un desierto irrigado, un oasis. El suelo se compone de arcilla pesada y vigorosa que actúa como una esponja. Y si la grava gruesa del subsuelo drena el excedente, aquí es sobre todo el clima el que da vigor a la vid y potencia aromática a sus bayas. Las viejas cepas de Malbec y Cabernet Sauvignon se plantaron aquí sobre sus propias raíces en 1935 y florecen desde entonces bajo la atenta mirada del Aconcagua y sus nieves perpetuas. Un marco único: a 900 metros de altitud, en la primera denominación de origen de Sudamérica (Luján de Cuyo), el sol y el agua del manto de nieves perpetuas se unen para crear las condiciones perfectas para el florecimiento de las vides. Un lugar extraordinario, acertadamente identificado por las generaciones anteriores, que sigue ofreciendo una extraordinaria disposición de los elementos. Un terruño de cultura mixta, donde viejas cepas de Malbec comparten el suelo con olivos de 200 años que salpican el paisaje cada cuatro hileras.