Ghisolfi Attilio

Los últimos años de la década de 1980 y los primeros de la de 1990 fueron años de profundos cambios para la Langa del Barolo, que hicieron que sus vinos se dieran a conocer en todo el mundo y que su territorio se convirtiera en un destino cada vez más importante para el turismo enogastronómico. A menudo, esta transformación ha coincidido con la entrada de nuevas generaciones en la empresa. 1988 fue el punto de inflexión para la empresa Attilio Ghisolfi. Hasta entonces, la empresa tenía una economía mixta, basada en la producción de fruta y uva de vinificación. Sin embargo, la producción de vino embotellado era una parte marginal. Cuando Gianmarco se incorporó a la empresa, la estructura de producción cambió. Nació la primera etiqueta "Attilio Ghisolfi" y, poco a poco, los vinos producidos empezaron a comercializarse embotellados. En pocos años, las tierras cultivadas con frutales se convierten en viñedos. Se adquieren nuevas tierras especialmente aptas para el cultivo del Nebbiolo y la empresa crece en tamaño. Todo ello con un único objetivo: producir vinos de calidad incuestionable. El aspecto gráfico de la etiqueta no se considera fundamental, al contrario, la etiqueta es deliberadamente sencilla; "el vino es el que habla..." Con 2020 llega un soplo de aire fresco, nuevas ideas y nuevos objetivos. El mundo ha cambiado, los estilos de vida han cambiado. El consumidor es cada vez más social, se siente más atraído por las imágenes que por los textos escritos..., y por eso decidimos comunicar y resumir en la etiqueta, con una imagen metafórica, lo que ha sido nuestra trayectoria de crecimiento y nuestros objetivos. El Nebbiolo fue el medio que nos permitió emerger y hacer que alguien hablara de "Attilio Ghisolfi" y de sus vinos. Así que pensamos en representar el Nebbiolo como una uva que se convierte en un globo aerostático. El globo aerostático se eleva y 'arrastra' con él, lentamente, al 'hombre' representado pequeño y desenfocado que quiere representar las dificultades, las incertidumbres, las penurias a las que nos hemos enfrentado en nuestro camino de crecimiento.