Reino indiscutible del Chardonnay y del Pinot Noir, Borgoña es sin duda una zona de producción recordada por la clase y la elegancia de sus vinos. Gracias a las características del suelo y al favorable clima, se producen vinos blancos y tintos, respectivamente, a partir de las uvas mencionadas. Situada en el centro-este de Francia, es uno de los lugares más septentrionales donde se producen vinos tintos, ya que el clima es básicamente frío. Por esta razón, la producción no siempre está a la altura: la calidad está muy sujeta a las tendencias climáticas y meteorológicas. Si las uvas no alcanzan la plena madurez, los resultados son menos complejos y estructurados. En cambio, las añadas favorables producen vinos memorables. Los productores se dividen en domaine, grupos de viñedos, incluso situados en zonas distantes (a diferencia de los château de Burdeos): las uvas se vinifican por separado según las zonas de origen. En Borgoña, la territorialidad de las uvas es fundamental, más que en ningún otro lugar del mundo: incluso las cantidades más pequeñas se diversifican, sin embargo, conservando plenamente sus características particulares. La zona y el viñedo caracterizan el resultado incluso más que el tipo de uva utilizada. El concepto de diversidad de los distintos lugares hunde sus raíces en el tiempo, también gracias a la acción de los primeros productores: los monjes cistercienses y benedictinos. A las uvas típicas Chardonnay y Pinot Noir se añaden las uvas Aligoté (blancas, utilizadas para el gran consumo) y Gamay (tintas, utilizadas para producir los famosísimos vinos de Beaujolais).
El sistema de clasificación también está vinculado a los viñedos individuales, divididos en Premier Cru y Grand Cru: ¡sólo unas pocas docenas de viñedos se incluyen en esta última y prestigiosa categoría! El nombre del viñedo, en este caso, se incluye incluso en la etiqueta, mientras que entre los Premier Cru se incluye después del nombre del pueblo. Las principales regiones tienen cada una características muy diferentes. Chablis es la más famosa por los blancos, producidos exclusivamente con uvas Chardonnay. La Côte d'Or sólo produce Grand Cru y Premier Cru. La Côte de Nuits es tierra de excelentes tintos. Côte de Beaune y Côte Chalonnaise ambos los producen, en la Mâconnaise predominan los blancos, pero está más orientada al gran consumo.