Cesare Zucchetto, farmacéutico de Valdobbiadene, una pequeña ciudad del Véneto, estaba harto de guerras. Cuando llegó la paz a finales de 1918, la región del Véneto había soportado cuatro años de batallas en las que el ejército italiano se enfrentó al poderío combinado de los imperios alemán y austriaco. Con la victoria de los Aliados, César estaba decidido a desempeñar un papel en la reconstrucción de la región. Empezó con un pequeño viñedo en Cartizze Alto, las hermosas colinas que dominan la zona, y combinó su amor por la vid y su pasión por el vino con sus habilidades como químico. El resultado fue un Prosecco de excelente calidad, preferido por las familias venecianas que celebraban ocasiones especiales y que pronto se hizo muy conocido fuera de la región del Véneto. Mientras continuaba con su práctica farmacéutica y con el viñedo en constante crecimiento, Cesare vio la necesidad de crear una fundación que fuera un lugar donde viticultores y productores pudieran trabajar juntos para mantener las tradiciones y facilitar así el crecimiento del negocio. En abril de 1952, cofundó la "Cantina Sociale di Valdobbiadene". El hijo de Cesare, Paolo, heredó la pasión por el viñedo y la bodega, que tradujo en viticultura y enología tras licenciarse en Ciencias Agrarias. Paolo se embarcó en un plan de diez años para construir la bodega adquiriendo nuevos viñedos en Valdobbiadene y empezar a producir Spumantes utilizando el método Martinotti. Reintroduciendo y perfeccionando el antiguo arte de la fermentación en botella, Paolo empezó a producir los Proseccos amados por los conocedores del vino y a ganar prestigiosos premios y elogios. A mediados de la década de 1960, cuando los vinos espumosos italianos empezaron a ganar reconocimiento internacional, reconoció la necesidad de ofrecer un nuevo escaparate al Prosecco fundando la "Mostra Nazionale degli Spumanti". Carlo Alberto Zucchetto, hijo de Paolo, representa a la tercera generación y es el enólogo de la Azienda Agricola Paolo Zucchetto. Licenciado en Ciencias Agrarias por la Universidad de Padua, Carlo Alberto ha adaptado las técnicas tecnológicas más avanzadas a las prácticas enológicas tradicionales. Ahora que Paolo se dedica a la gestión de los viñedos, Carlo Alberto puede concentrarse en su obsesión: la búsqueda constante de la perfección. Ya sea en la bodega, que recientemente ha experimentado una gran expansión, o explorando nuevos enfoques para el cultivo y la selección de las mejores uvas, o en nuevos mercados de talla en Europa, Asia y las Américas, Carlo Alberto rara vez se ha quedado quieto. Le invitamos a descubrir por sí mismo, a través del viaje de degustación, algunos de los mejores vinos del mundo de Azienda Agricola Paolo Zucchetto.
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