Vina Mein - Emilio Rojo

Viña Meín era originalmente un conjunto de casitas, montes y viñedos que formaban el Señorío de Meín. Se la conocía como "Casa Labora" y ha sido un lugar reconocido para la producción de uva desde la Edad Media. La finca y sus alrededores son historia viva del Ribeiro. Los montes que rodean Viña Meín fueron antiguos viñedos, hoy abandonados, en los que aún se conservan algunos de los muros que delimitaban sus parcelas. Todavía existen varias bodegas, en ruinas, a escasos metros de la bodega. Meín figura en los libros de historia de Galicia como uno de los primeros asentamientos más próximos al legendario monasterio cisterciense de San Clodio, epicentro del desarrollo de la viticultura en Ribeiro. Ya en 1158, el abad del monasterio incluye en su testamento la plantación de viñedos y menciona Meín como lugar privilegiado para la producción. Incluso en el registro de San Clodio de 1580, documento importante para conocer la estructura socioeconómica de la época, se menciona Meín como asentamiento reconocido. Una gran piedra de granito adosada a la casa es el símbolo de la bodega. Fundada en 1988, la casa, la bodega, las terrazas y los muros de Finca Meín constituyen un entorno y un patrimonio enológico únicos. La biodiversidad, autenticidad y riqueza de las variedades autóctonas son el mayor tesoro de nuestra finca. Los caminos reales y la ruta de los Arrieiros pasaban por la finca, transportando el vino con mulas, caballos y carruajes desde el siglo XIV hasta los puertos marítimos y Santiago de Compostela. Pasear por los montes que rodean Finca Meín es revivir el esplendoroso pasado que dio fama a la finca y al Ribeiro.