La bodega nació en 2000 de la sinergia de la familia Leone, que cuenta con una antigua tradición vitivinícola, y la familia Rabasco, que aporta su experiencia empresarial al desarrollo comercial y tecnológico. En veinte años de actividad, la empresa ha sabido así recuperar las tradiciones del Buitre y al mismo tiempo innovar los equipos para realizar una vinificación moderna. Los viñedos se extienden por las laderas más vocadas del volcán, las septentrionales y orientales, en los municipios de Rionero, Barile, Rapolla y Melfi y en algunos de los distritos más renombrados, como Piano di Carro, Macarico, Colignelli y Calata delle Brecce. Los suelos son los clásicos del Vulture, de origen volcánico, arcillosos y tobáceos, con altitudes que oscilan entre los 400 y los 750 metros. El orgullo de la finca es el pequeño viñedo situado a 800 metros de altitud donde se cultiva la Pinot Noir, a la que algunas teorías ampelográficas atribuyen antiguos orígenes en la cercana Enotria. Las viñas están conducidas en espaldera con una densidad que varía entre 5.000 y 9.000 cepas por hectárea y algunas tienen más de 40 años. Los rendimientos son muy bajos y rondan los 40 quintales por hectárea para los mejores vinos. El Aglianico es, por supuesto, la estrella del viñedo, pero deja espacio al Pinot Noir y al Malvasia para elaborar el único vino blanco de la finca.
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